jueves, junio 08, 2006

La selección brasileña

Los entrenamientos por la tele. Deberían darlos de madrugada. Cualquier niño que vea eso, puede quedar confundido. Hacen un círculo y juegan al mareo, tres de ellos paran. No he visto una falta de motivación tan grande nunca. Calientan, hacen estiramientos, uno para la derecha, otro para la izquierda, uno estira las piernas, otro estira los brazos. Corren arrastrando los pies, se agarran, se paran, ríen, charlan. Una auténtica costellada.
Pero al día siguiente, juegan con el equipo sub-20 del Fluminense, que tampoco son moco de pavo, y les meten 13 a 1. Jó. Parreira debería haber convocado a Romario.